Este capítulo hace un recuento de nuestra infancia y el recorrido que tenemos en cuanto al dibujo, mpostrándonos cómo vamos creando símbolos para representar todas las cosas, como ejercicio pide recrear el paisaje que acostubrábamos a hacer, porque se volvió tan repetitivo en nuestra infancia que inclusive un adulto puede representarlo exáctamente iguala como lo hacía de niño.